El caso de las cucharillas desaparecidas
¿La demostración de la hipótesis de Riemann? En unos añitos (o no)
Geography is destiny (or jurisdiction, whatever)
Jess Franco, primum inter pares
Se os ianquis veñen polo Xabarín, terán outro Bahía de Cochinos
Antonio Fatás echa cuenta de los costes de la austeridad en los EEUU. Y no los encuentra pequeños, precisamente. Extraigo su lapidaria conclusión:
… la recuperación es ya tres veces más costosa que la recesión y aún no ha finalizado. Es una cuestión a debate por qué la recuperación actual es tan lenta, pero muchos argumentan … que parte de la culpa se debe a la naturaleza restrictiva de la política fiscal (austeridad) en comparación con situaciones previas
Y por estos pagos aún nos faltan cinco meses para las elecciones alemanas.
Ya ni de Hacienda se puede fiar uno
El único detective sobrenatural de Hawai
Lamentablemente, estas preguntas no se incluirán en futuros exámenes de «españolidad»
A pesar de lo grave de la situación, es imposible reprimir una sonrisa al contemplar los recientes problemas con la política fiscal norteamericana. Tantos años tragando las puyas sobre Euroesclerosis de los sesudos comentaristas en los medios anglosajones, y ahora nos encontramos con precipicios fiscales, frenéticas negociaciones en la madrugada, gobiernos rehenes de grupitos radicales, monedas de platino mágicas… Finalmente el
Economist no ha podido más y nos ha obsequiado con este delicioso editorial (y foto de portada). Queda demostrado que los europeos continentales no somos especialmente torpes en materia de política, sino que enfrentamos serios problemas a los que nuestro marco institucional occidental no encuentra soluciones sencillas. Aunque, por supuesto, muchos aún siguen a lo suyo, inasequibles al desaliento.